Detalle de la Actividad General
PROYECTO DE RECUPERACIÓN PATRIMONIAL DE LAS MINAS SORPRESA, MARÍA, AMALIA JULIANA Y CECILIA, DEL COTO MINERO ALEN. SOPUERTA
- Desde:
- 27/05/2025
- Hasta:
- 27/10/2025

“Lo que no se conoce, se olvida. Y lo que se olvida, se pierde. Por eso es tan importante este trabajo: porque no solo recupera el patrimonio físico, sino también la dignidad y la historia de quienes trabajaron en estas minas y vivieron en estos barrios”
Labarrieta, El Sel y Alen. Sopuerta
El municipio de Sopuerta tuvo una dilatada vida minera que comenzó a finales del siglo XIX y se consolidó durante el siglo XX. El Coto Minero Alen sobresaldrá entre los enclaves mineros del municipio, destacando en él restos mineros y lugares como El Sel o Labarrieta de Arriba. Nos encontramos ante un espacio natural, paisajístico, histórico y patrimonial de primer orden, olvidado por la historia como otros tantos.
Uno de sus vecinos, Juan Manuel Román Campos, está inmerso en un ambicioso proyecto de recuperación patrimonial y cultural del “Coto Minero Alen y el barrio El Sel", espacio que fue habitado por una comunidad obrera que en 1910 llegó a superar los 140 habitantes. Su impresionante tranvía aéreo, su red de instalaciones y su organización obrera la convierten en un ejemplo sobresaliente del pasado industrial vasco.
Para ello cuenta con la colaboración del ayuntamiento de Sopuerta, del Servicio de Montes de la Diputación Foral de Bizkaia y del Museo de Las Encartaciones/Juntas Generales de Bizkaia, encargándonos en nuestro caso de la difusión y transmisión a la ciudadanía.
Desde el museo llevaremos a cabo tres acciones de difusión a lo largo del 2025, celebrando la primera acción los días 11 y 14 de junio (Información)
Una breve historia del coto minero de Alen
El antiguo Coto minero Alen (Sopuerta) estuvo conformado por cinco minas principales: Amalia Juliana (propiedad de Luis Ocharan Maza), Sorpresa (de Manuel Taramona Sainz), María (gestionada por la sociedad Colina, Ruiz y Palacios), Cecilia (cuyo titular fue Cecilia Geltschel y Charroalde) y Federico, situada ya en el término de Arcentales. Su explotación se desarrolló a lo largo de casi un siglo, desde finales del siglo XIX hasta principios de los años 70 del XX, configurando el paisaje y la vida de la comarca.
Cada mina contaba con infraestructuras de transporte específicas, algunas de ellas pioneras en su tiempo. La mina Amalia Juliana transportaba el mineral por el ferrocarril Castro-Alen; la mina Sorpresa lo hacía a través de un tranvía aéreo de 9,8 kilómetros —el más largo de la cuenca minera vizcaína— hasta Baltezana, desde donde el ferrocarril de la Compañía Setares lo llevaba hasta el cargadero de Saltacaballos. Por su parte, María y Cecilia empleaban planos inclinados y el ferrocarril Traslaviña-Castro hasta el cargadero de Ostende. La mina Federico combinaba tranvía aéreo y la misma línea ferroviaria que Amalia Juliana.
En torno a estas minas se generó una comunidad que levantaron viviendas, escuelas, iglesias y toda una serie de infraestructuras que hizo que esta zona montañosa se convirtiera en un importante centro de Sopuerta.
El barrio principal de esta zona, existente desde la Edad Media era Labarrieta, donde se levantó la iglesia de Santa Cruz. A partir de él y con el desarrollo minero de finales del siglo XIX aparecieron nuevos núcleos de población, Labarrieta de Arriba, El Sel y el propio barrio de Alen, hoy prácticamente desaparecido.
De esta manera, así como el tradicional barrio de Labarrieta conserva algunos elementos previos a la Revolución Industrial, como la propia iglesia o diversos caseríos, el resto de comunidades, especialmente El Sel, muestran la imagen de lo que fue un poblado minero, con casas y escuelas propias de finales del siglo XIX y de pleno siglo XX.
A ello hemos de añadir otros elementos patrimoniales conservados, como la vía verde, antiguos cargaderos, restos industriales y la llamativa ermita de Santa Lucía, recuperada hace años por el vecindario y que está ubicada en una gruta.