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Patrimonio Conservado

Retrato de la familia Chávarri

chavarri

 

Retrato de la familia Peña Chavarri


 

Autora: Francisca Peña Chávarri

Cronología: principios del siglo XX

Procedencia: Palacio El Carpín (Carranza)

Descripción y Contexto histórico: Romualdo Peña Chávarri fue un importante indiano nacido en Biañez (Carranza) que se enriqueció en Puerto Rico. A su vuelta, se convirtió en un gran benefactor en su pueblo natal, realizando importantes obras en Carranza: la construcción de una nueva iglesia parroquial y el cementerio, salones de escuelas, lavadero, fuente pública, abrevadero, traída de aguas y carretera de enlace con la general Bilbao-Carranza, etc., proyectos que fueron ideados a finales del siglo XIX por su sobrino Urbano Peña Chávarri, ingeniero de caminos. También favoreció mediante otras donaciones el bien común del municipio, como asignaciones al Hospital Asilo de Soscaño, donativos para reparar la ermita del Buen Suceso e interviniendo económicamente para que el ferrocarril Santander-Bilbao pasara por Carranza. Romualdo, que no tuvo hijos, repartió su herencia entre sus catorce sobrinos tras su fallecimiento en 1899.

Así, una vez repartida la herencia, algunos de sus sobrinos construyeron casas en Carranza. Esto era una actitud bastante común entre los indianos de segunda generación, aquéllos que se beneficiaron de lo que habían atesorado sus ancestros. Paralelamente, su sobrino Urbano Peña Chávarri se casó con su prima Polonia Chávarri López, también sobrina del benefactor, por lo que este matrimonio heredó por partida doble una gran parte de la sustanciosa herencia de Romualdo. Así pues, Urbano Peña construyó “El Palacio de El Carpín”, finalizado en 1911. Será  Francisca Peña Chávarri, la hija de ambos (y sobrina nieta de Romualdo), quien años después pinte este cuadro en el propio Palacio de El Carpín.

Este tipo de retratos serán frecuentes entre los indianos de segunda generación, quienes aparte de construir grandes casas, quedarán inmortalizados en retratos de familia ilustrando en algunos casos sus propios palacios.

Tema iconográfico: En esta obra la autora se autorretrató en compañía de sus padres, Urbano Peña Chávarri y Polonia Chávarri López, y su hermano José María. En el cuadro se retrata a los personajes de cuerpo entero, erguidos, con un porte vanidoso e indumentarias elegantes, y una escenografía cuidada con una ostentosa columna y un cortinaje al fondo. Dentro de este entramado, la presencia de la casa familiar, con vistas a una pradera que se puede apreciar mediante la separación de las cortinas, hace referencia directa a la alta condición de los retratados y se convierte en otro elemento revelador sobre la importancia que la residencia tenía para este colectivo como símbolo de status.

En cuanto a los personajes, Polonia porta un libro en su mano derecha y unos anteojos en la izquierda, mientras que su hija aparece delante de un caballete con paleta y pincel en mano, retratándose así misma practicando una de sus aficiones, la pintura. A su vez, la presencia del perro, frecuente en retratos infantiles o de familia, podría tratarse de una solución del espacio en el retrato.

Dimensiones: 2 m x 2 m

Técnica: Óleo 

Materiales y soporte: Lienzo

Proceso de creación: Para pintar con óleo sobre lienzo, primeramente se prepara el lienzo con su bastidor, y se aplica una capa de protección (llamada imprimación) al mismo. Después, según el artista, se irá definiendo el dibujo a carboncillo y comenzará la aplicación del color mediante veladuras (como en el caso de esta obra). Asimismo, podemos apreciar que en esta obra se ha hecho uso de la luz y del claro-oscuro para aplicar los contrastes y resaltar a los personajes principales.

Estado de conservación: El cuadro se encuentra en perfecto estado de conservación tras haber sido restaurado por el servicio de restauración de la Diputación Foral de Bizkaia en 2006, y tras esto,  trasladado al Museo de las Encartaciones. 

Esta obra se hallaba en el Palacio de El Carpín que, tras ser el palacio vendido por la familia Chávarri a la Diputación, pasó a ser propiedad del mismo junto a otros cuadros y muebles. Muchas de las piezas se encontraban en mal estado de conservación debido a la falta de mantenimiento del edificio.

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